TARTA ARCO IRIS... si la vida es gris ¡¡ponle color!!
¡Hacía ya tiempo que quería hacer esta tarta!! Estaba esperando la ocasión especial para prepararla, y esta se presentó en el cumpleaños de mi hermana. No sé la manía que tengo de hacerle tartas con decoración de flores, jeje (la que le hice el año pasado, la podéis ver aquí) y este año no podía ser menos.
Hace poco se la vi publicada a mi querida Carolina y, con lo bonita que le quedó, recordé las ganas que tenía de hacerla. Así que ni corta ni perezosa, me puse manos a la obra. Eso sí, este tipo de tartas tan elaboradas, requiere dedicarles un poco de tiempo. Para que no se haga tan pesado, os recomiendo que la preparéis en tres días. Dedicándole un poco cada día, obtendréis una tarta de la que, os puedo asegurar, ¡¡os sentiréis más que orgullosos!!.
TARTA ARCO IRIS
1er día: PREPARACIÓN de los bizcochos
Precalentamos el horno a 170º.
Preparamos los moldes de 18 cm y ponemos las bases con papel de horno. Yo sólo tengo dos moldes de ese tamaño, así que tuve que hornear tres veces, dos en cada horneada. También podéis comprar moldes de aluminio de Albal (o de este estilo) y hacer los bizcochos ahí, si lo hacéis así, os cabrán 3 en cada tanda, por lo que sólo tendréis que hornear dos veces.
Con Thermomix
Tamizamos la harina, la maizena, la levadura y la sal, 45 segundos a velocidad 3. Estos serán los ingredientes secos. Reservamos.
Ponemos la mariposa en el vaso y añadimos el buttermilk, las claras y el extracto de vainilla, batimos 2 minutos a velocidad 3. Estos serán los ingredientes líquidos. Reservamos.
En el vaso de la thermomix ponemos la mantequilla con el azúcar y batimos a velocidad 3 y medio, durante 2 minutos, hasta que la mezcla haya blanqueado.
Ponemos la velocidad 3 y sin cubilete, vamos añadiendo un tercio de los ingredientes secos. Cuando esté bien mezclado, añadimos un tercio de los ingredientes líquidos, y vamos alternando secos y líquidos, hasta que esté todo bien integrado.
Ponemos la masa en un bol y la pesamos, en la función balanza. La dividimos en seis partes iguales y echamos cada parte de masa en seis cuencos. Le añadimos a cada bol un poco de colorante en gel. Mezclamos bien para que la masa quede de color homogéneo. Si la vemos muy clara, le añadimos más colorante, ya que en el horno pierde un poco de color.
Horneamos cada capa de bizcocho, aproximadamente durante unos 10 minutos. Enfríamos sobre una rejilla y cuando estén fríos, envolvemos por separado en papel film y reservamos en la nevera.
Sin Thermomix
Tamizamos la harina, la maizena, la levadura y la sal. Reservamos.
Preparamos los moldes de 18 cm y ponemos las bases con papel de horno. Yo sólo tengo dos moldes de ese tamaño, así que tuve que hornear tres veces, dos en cada horneada. También podéis comprar moldes de aluminio de Albal (o de este estilo) y hacer los bizcochos ahí, si lo hacéis así, os cabrán 3 en cada tanda, por lo que sólo tendréis que hornear dos veces.
Con Thermomix
Tamizamos la harina, la maizena, la levadura y la sal, 45 segundos a velocidad 3. Estos serán los ingredientes secos. Reservamos.
Ponemos la mariposa en el vaso y añadimos el buttermilk, las claras y el extracto de vainilla, batimos 2 minutos a velocidad 3. Estos serán los ingredientes líquidos. Reservamos.
En el vaso de la thermomix ponemos la mantequilla con el azúcar y batimos a velocidad 3 y medio, durante 2 minutos, hasta que la mezcla haya blanqueado.
Ponemos la velocidad 3 y sin cubilete, vamos añadiendo un tercio de los ingredientes secos. Cuando esté bien mezclado, añadimos un tercio de los ingredientes líquidos, y vamos alternando secos y líquidos, hasta que esté todo bien integrado.
Ponemos la masa en un bol y la pesamos, en la función balanza. La dividimos en seis partes iguales y echamos cada parte de masa en seis cuencos. Le añadimos a cada bol un poco de colorante en gel. Mezclamos bien para que la masa quede de color homogéneo. Si la vemos muy clara, le añadimos más colorante, ya que en el horno pierde un poco de color.
Horneamos cada capa de bizcocho, aproximadamente durante unos 10 minutos. Enfríamos sobre una rejilla y cuando estén fríos, envolvemos por separado en papel film y reservamos en la nevera.
Sin Thermomix
Tamizamos la harina, la maizena, la levadura y la sal. Reservamos.
Batimos bien el buttermilk, las claras y el extracto de vainilla. Reservarmos.
En el bol donde vayamos a poner todos los ingredientes, batimos la mantequilla y el azúcar, hasta que haya blanqueado.
Incorporaramos un tercio de los ingredientes secos que teníamos reservados, Cuando esté bien mezclado, añadimos un tercio de los ingredientes líquidos, y vamos alternando secos y líquidos, hasta que esté todo bien integrado.
Pesamos la masa y la dividimos en seis partes iguales. Echamos cada parte de masa en seis cuencos y le añadimos a cada bol un poco de colorante en gel. Mezclamos bien para que la masa quede de color homogéneo. Si la vemos muy clara, le añadimos más colorante, ya que en el horno pierde un poco de color.
Horneamos cada capa de bizcocho, aproximadamente durante unos 10 minutos. Enfriamos sobre una rejilla y cuando estén fríos, envolvemos por separado en papel film y reservamos en la nevera.
Pesamos la masa y la dividimos en seis partes iguales. Echamos cada parte de masa en seis cuencos y le añadimos a cada bol un poco de colorante en gel. Mezclamos bien para que la masa quede de color homogéneo. Si la vemos muy clara, le añadimos más colorante, ya que en el horno pierde un poco de color.
Horneamos cada capa de bizcocho, aproximadamente durante unos 10 minutos. Enfriamos sobre una rejilla y cuando estén fríos, envolvemos por separado en papel film y reservamos en la nevera.
2º día: PREPARACIÓN del relleno y cobertura
Para el rellemo, usé el mismo que hice para la Tarta de Terciopelo Rojo. La receta, la encontráis aquí. Se trata de una fantástica crema de nata con queso. Si no la habéis probado aún, tenéis que hacerlo, para mí, sin lugar a dudas, es el mejor frosting para tartas que existe. Textura perfecta y nada empalagosa.
Para la cobertura y decoración de la tarta, probé la Nata vegetal Ambiante, que había comprado en María Lunarillos, y tengo que decir que me sorprendió gratamente. Se monta como una nata convencional, pero sin el temor de que se nos pueda cortar. Aguanta perfectamente la decoración a temperatura ambiente e incluso se puede congelar, una vez montada. Ya viene azucarada, por lo que yo sólo le añadí un poco de extracto de vainilla.
En las tres fotos de arriba, os enseño la repartición de la masa en los seis cuencos y la aplicación de los colores en cada bol.
Las tres fotos de abajo, son del montaje de la tarta. Para asegurarme que la tarta quedara lo más recta posible, tened en cuenta que son seis capas, monté la tarta dentro de un aro desmontable. Ponemos el primer bizcocho y a continuación la crema del relleno. Para que todas las capas tuvieran, más o menos, la misma cantidad de relleno, repartí la crema con una cuchara de helados, en este caso tres bolas en cada capa. Vamos poniendo bizcocho y relleno, hasta terminar. El orden es el siguiente (aunque cada uno puede seguir el orden que le dé la gana): Violeta, Azul, Verde, Amarillo, Naranja y Rojo.
Una vez montada la tarta, quitamos el aro desmoldable (si lo hemos usado) y damos una capa por toda la tarta, para ayudar a que la miga se asiente y quede perfectamente uniforme, rellenando todos los huecos.
Dejamos enfriar en la nevera durante, al menos 1 hora, antes de proceder a decorar. Yo la tuve de un día para el otro.
Decoré con una manga pastelera con boquilla rizada y esparcí por encima unos sprinkles de colores. Las rayas las conseguí con una espátula que tiene los bordes con forma de peine.
Las rosas las hice de fondant. Os dejo el link del vídeo de Alba, de dónde saqué el tutorial, aquí. Veréis que forma más sencilla de hacer unas preciosas rosas.
Para la cobertura y decoración de la tarta, probé la Nata vegetal Ambiante, que había comprado en María Lunarillos, y tengo que decir que me sorprendió gratamente. Se monta como una nata convencional, pero sin el temor de que se nos pueda cortar. Aguanta perfectamente la decoración a temperatura ambiente e incluso se puede congelar, una vez montada. Ya viene azucarada, por lo que yo sólo le añadí un poco de extracto de vainilla.
y MONTAJE DE LA TARTA
En las tres fotos de arriba, os enseño la repartición de la masa en los seis cuencos y la aplicación de los colores en cada bol.
Las tres fotos de abajo, son del montaje de la tarta. Para asegurarme que la tarta quedara lo más recta posible, tened en cuenta que son seis capas, monté la tarta dentro de un aro desmontable. Ponemos el primer bizcocho y a continuación la crema del relleno. Para que todas las capas tuvieran, más o menos, la misma cantidad de relleno, repartí la crema con una cuchara de helados, en este caso tres bolas en cada capa. Vamos poniendo bizcocho y relleno, hasta terminar. El orden es el siguiente (aunque cada uno puede seguir el orden que le dé la gana): Violeta, Azul, Verde, Amarillo, Naranja y Rojo.
Una vez montada la tarta, quitamos el aro desmoldable (si lo hemos usado) y damos una capa por toda la tarta, para ayudar a que la miga se asiente y quede perfectamente uniforme, rellenando todos los huecos.
Dejamos enfriar en la nevera durante, al menos 1 hora, antes de proceder a decorar. Yo la tuve de un día para el otro.
3er día: DECORACIÓN
Como ya os he comentado más arriba, para la cobertura utilicé la Nata Vegetal Ambiante que monté con un poco de extracto de vainilla. Decoré con una manga pastelera con boquilla rizada y esparcí por encima unos sprinkles de colores. Las rayas las conseguí con una espátula que tiene los bordes con forma de peine.
Las rosas las hice de fondant. Os dejo el link del vídeo de Alba, de dónde saqué el tutorial, aquí. Veréis que forma más sencilla de hacer unas preciosas rosas.
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